Quiero que me leas

He intentado mirar con disimulo hacia recuerdos de mi infancia y adolescencia, que me dejaron claro que existía una diferencia entre niños y niñas, aunque eso no se diera necesariamente en el seno de mi hogar. Ir hacia atrás es seguir mirando hacia delante, porque aunque ahora tengo la madurez para afrontar la vida con otras herramientas, veo lo difícil que es hablarlo, que es ganar terreno o simplemente tenerlo.
Escribo esto, esforzándome para que no parezca una queja, una resentida más, ahí va otra vez, una “feminazi” que difícil reclamar tu lugar o tener uno cuando tienes a tu otra parte creyendo que los atacas, yo jamás atacaría a un hombre y sin embargo, aunque me esfuerzo, para que cada cosa que digo y me reivindica, no lo parezca, creo que es una lucha diaria y silenciosa reafirmar una y otra vez, que mires hacia las desigualdades que me tocan a mi, porque eso no significa que te odie a ti, ¿es tan difícil?
Gracias a todos los hombres, amigos, pareja, hermanos, vecinos, padres que comprenden esto y nos fortalecen con su apoyo, gracias, no hay palabras suficientes para agradecer su valentía, porque dar ese paso, implica dar diez más atrás en su privilegio social, lo saben y sin embargo, lo dan, porque reconocen que decimos la verdad, porque nos aman, porque ahí están dispuestos a luchar con nosotras.

-->
Gracias.

Dedicado con amor a mi hermano Daniel, quien me ha mostrado el camino y la libertad de expresarme sin miedo.

Comentarios

Entradas populares