Estilismo para transformar vidas

Sesión de estilismo en Fundación Quiero Trabajo

Cuando me invitaron a ser voluntaria de la Fundación Quiero Trabajo para apoyar con estilismos a mujeres que buscan conseguir una oportunidad laboral, me cuestioné de qué manera mi sentido de la moda y el estilo realmente podría contribuir a este proyecto. 

Conectar la moda con la autoestima y las historias de vida de cientos de mujeres que están buscando trabajo, es algo que no solo he encontrado poderoso, sino que ha derrumbado y de qué forma mis propios prejuicios sobre un mundo que ahora encuentro más interesante. 

Vestirme nunca fue un proceso tan consciente como desde que lo hago sabiendo que mi intuición me guía hacia lugares en los que soy capaz de ofrecer apoyo y confianza a otras mujeres. 

No se trata solo de ayudarlas a vestirse, desde mi experiencia se trata de dignificar el momento en que su capacidad de elección les devuelve la seguridad, decidir qué quieren ponerse, qué les gusta y cómo pueden proyectar lo que son, es tan transformador que observas de inmediato que caminan diferente, salen con la mirada feliz y les cambia hasta la postura. A una mujer se le nota en todo cuando ha entrado por la puerta el amor propio y la confianza. 

Las mujeres que son asesoradas cuentan con el apoyo de voluntarias que las ayudan a elegir ropa para su entrevista de trabajo. Foto: Fundación Quiero Trabajo

En estos meses de apoyo a la fundación me he encontrado con historias de vida únicas, algunas tan surrealistas como aquella joven que vendió toda su ropa para sobrevivir a la cuarentena del Covid-19, la mujer que me confesó abiertamente que tenía al menos 10 años sin ir a un almacén a comprar ropa, había olvidado por completo qué le gustaba, cómo se sentía probarse un pantalón, se miraba al espejo como si fuera la primera vez o aquella chica entusiasta que reía sin parar de emoción con cada blusa que le pasaba, su grandioso sentido del humor se quedó grabado en mi memoria, para cualquier empresa sería un privilegio tener esas carcajadas en su oficina. 

A algunas personas les molesta la idea de pensar en el empoderamiento femenino a través de la ropa o el estilismo, pero yo he comprobado con esta experiencia que la moda no tiene porque ser algo superficial, es un elemento de cambio que históricamente ha transformado y reafirmado nuestra capacidad de expresión, de identidad y para mujeres en búsqueda de una oportunidad laboral, además se convierte en un elemento de fortalecimiento. 

Tengo el corazón agradecido por esta experiencia que me ha enseñado a comprender a través de múltiples miradas el significado de ser mujer, somos cuerpos, formas, colores, sonrisas, lamentos, lagrimas, anhelos, fuerza, coraje, esperanza y almas, cada una con una historia distinta, pero unidas en una misma realidad, somos mujeres.

Cada sesión es una oportunidad para disfrutar y apoyar a mujeres en su proceso de cambio y empoderamiento.