LOS VOTOS DE INDIFERENCIA
A pocas semanas de las elecciones
presidenciales en Colombia el clima político realmente asusta a muchos que con
o sin intensión estaban dispuestos a salir a votar, tal parece que el circo mediático
en el que se han envuelto las actuales campañas de los partidos Centro Democrático con su representante Oscar Ivan Zuluaga y
Unión Nacional con Juan Manuel Santos actual presidente, es la excusa perfecta para decir que la política
no sirve para nada, para qué comprometer el voto, todo será igual, bla, bla,
bla…
Lo preocupante de esta situación
no es que estos comentarios los digan personas que no tienen acceso a la
información, que no conozcan sus derechos, que no hayan pasado por un colegio y
no tengan ningún conocimiento de democracia, o que tengan una discapacidad y
por eso tengan impedimento para votar.
Quienes me motivan a escribir
este artículo, son personas que tienen todo el conocimiento, profesión, acceso
a la información, e incluso recursos
para transportarse y ejercer su derecho al voto, pero no tienen ningún interés por
elegir un candidato y podría asegurar que más allá de la decepción por los
candidatos políticos, lo que tienen es una tendencia cada vez mayor a ser
procastinadores (la procrastinación es
la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse,
sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables) pues
no les interesa participar, porque en sus planes no está tomarse un tiempo para
hacer algo que consideran "inútil", peor aún algo que creen ignorantemente les
quitará tiempo para hacer otros oficios varios (dormir, ver tv, o tomarse la
cerveza).
Les encanta criticar abiertamente
la política, se saben el discurso de cuál candidato es peor, y hasta comparten memes en burla a la
situación mejor que cualquiera que haya votado o piense votar, y se jactan de
nunca haber “ensuciado” su cédula por un partido u otro, diciendo que mientras la
política siga igual se mantendrán “limpios”.
¿Limpios? Me pregunto,
indiferentes querrán decir, ignorantes porque seguro ni saben cómo se lleva a
cabo un proceso de votación, si, seguro no aceptan el pago por su voto, y se mantienen
al margen, pero venden su dignidad cuando por omisión dejan que otros que si
son utilizados por las maquinarias políticas debido a sus necesidades elijan
por ellos, qué clase de aporte a la sociedad
le dan, si aún preparándose y teniendo privilegios por encima de otros,
se dan el lujo de dejar que otros que si tendrían aparente justificación para hacer
lo que hacen eligen por ellos, no hay ninguna.
Veo con tristeza, que la
indiferencia se apodera más de Colombia, porque prima
el interés personal, por encima del común, primero mi comodidad, mi descanso,
mi vida, mi casa, mi, mi, mi y de último el de al lado, lo de todos.
El asunto no es sólo elegir un
presidente, sino las acciones trascendentales que vienen con esa elección, infórmese,
están eligiendo las decisiones que se toman para las políticas públicas que se
aplicarán, cómo se destinarán los recursos del país que cada día paga en
impuestos, los mismos que da cuando deja su sueldo en una tienda por las
cervezas, cuando compra un perro caliente, se va a piscina con la familia, está
eligiendo todas las decisiones que nos afectarán, que van desde cuánto sube el
bus que paga todos los días, hasta la verduras que compra en el supermercado, esos
son los que se sientan a negociar los paros y eligen por usted y por mi cuáles
son las soluciones, esto pasa vote o no.
Deje la comodidad a un lado, decídase
a votar, aunque sea en blanco.
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