La llamada Accidental
A eso de las 4 de la tarde en los primeros días de diciembre recibí una llamada a mi celular, contesté y una mujer con voz aguda que hablaba rápido me respondió amablemente para decirme que me llamaba de una empresa aseguradora colombiana, relató muy amablemente los servicios que tenia para ofrecerme y después de hacerme sentir lo suficientemente cómoda preguntó con voz preocupada, está usted asegurada en caso de accidentes? A lo que respondí no.
Después de un tono de sorpresa, me explicó con voz preocupada ( casi tenebrosa) que aunque gozo de salud lo más frecuente en Colombia eran las muertes por accidente, que muy seguramente podía salir de mi casa y ser atropellada por un carro porque había mucha irresponsabilidad al volante además si tomaba el seguro recibiría 48 millones si me moría de pronto y si era por una muerte trágica o accidental ( después de reiterar que era lo más común en Colombia, sino que viera las noticias) me darían 98 millones, aseveraciones que pusieron en duda mi confianza en la vida futura y en la espera de mi próximo cumpleaños! Por un momento pensé que era una llamada del destino y me estaban pronosticando que moriría por accidente, muchas cosas para asimilarlas en 5 minutos.
Realmente no me molesta que me llamen de los bancos, de las aseguradoras, de los comercios varios y todos aquellos a los que se les haya filtrado mis datos, que a veces y otras no, doy ingenuamente en boletas, tiquetes o cualquier otro cupón donde aspiro ganarme un premio o una pasantía, pero lamento que una situación tan delicada como asegurar la vida sea vendida de esta manera, vivimos en una sociedad que vive temerosa de todo, una llamada de estas francamente pone paranoico a cualquiera, aún cuando quien la hace sea amable, cordial y tenga siempre mucho gusto en atenderme, supongo que habrá otra manera de vender un seguro de vida, siempre y cuando no sea asegurándote que a la vuelta de la esquina te espera un accidente.
Después de un tono de sorpresa, me explicó con voz preocupada ( casi tenebrosa) que aunque gozo de salud lo más frecuente en Colombia eran las muertes por accidente, que muy seguramente podía salir de mi casa y ser atropellada por un carro porque había mucha irresponsabilidad al volante además si tomaba el seguro recibiría 48 millones si me moría de pronto y si era por una muerte trágica o accidental ( después de reiterar que era lo más común en Colombia, sino que viera las noticias) me darían 98 millones, aseveraciones que pusieron en duda mi confianza en la vida futura y en la espera de mi próximo cumpleaños! Por un momento pensé que era una llamada del destino y me estaban pronosticando que moriría por accidente, muchas cosas para asimilarlas en 5 minutos.
Realmente no me molesta que me llamen de los bancos, de las aseguradoras, de los comercios varios y todos aquellos a los que se les haya filtrado mis datos, que a veces y otras no, doy ingenuamente en boletas, tiquetes o cualquier otro cupón donde aspiro ganarme un premio o una pasantía, pero lamento que una situación tan delicada como asegurar la vida sea vendida de esta manera, vivimos en una sociedad que vive temerosa de todo, una llamada de estas francamente pone paranoico a cualquiera, aún cuando quien la hace sea amable, cordial y tenga siempre mucho gusto en atenderme, supongo que habrá otra manera de vender un seguro de vida, siempre y cuando no sea asegurándote que a la vuelta de la esquina te espera un accidente.
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