El regalo de dar

Regalar es una forma de brindar cariño, si lo haces con amor, ese objeto además de ser útil para quien lo recibe, será una forma de manifestar cariño y buena energía. Foto: Yvette Fang en Pixabay.

Ha finalizado la temporada de regalos y festividades donde abundan las ocasiones para DAR. Regalar es quizás uno de los verbos-actos más comunes en los seres humanos, sobre todo si eres una persona generosa e incluso si no lo eres, porque a cada momento de la vida nos encontramos en un continuo intercambio de objetos y energía. 
Decidí hacer este artículo, porque con frecuencia me encuentro observando cómo el ejercicio de dar es el que probablemente más nos cuesta comprender, al menos desde un punto de vista energético-espiritual.

Empecemos por un ejemplo sencillo, cuando das un regalo, estás entregándole a la otra persona un objeto o algo que de alguna forma llega a ser parte de su vida, incluso si es solo un anillo, un caramelo, una experiencia, una comida, un concierto, un masaje, etc., algo que llega para estar un instante o una temporada, lo importante es reconocer que acabas de entregarle "algo" que llega a conformar parte de ese ser, ya sea física o espiritualmente. 

Cuando eliges el regalo, lo haces con una intención, si lo compras para alguien que realmente aprecias, escogerás algo que sabes que esa persona valorará, amará o disfrutará y esa intención carga al objeto, lo llena de la energía suficiente, como para crear ese efecto (aquí no hablaré del recibir, en el sentido de saber apreciar lo que otros hacen o dan por ti, solo me enfocaré en el dar). 

Siguiendo con la reflexión, cuando das algo por quedar bien, por cumplir o simplemente eliges un objeto sin ninguna intención, solo por "compromiso" de dar algo, estás dando una baja vibración, porque absolutamente todo en la materia es energía, por tanto, estás regalando mala energía a otra persona, aunque tus manos estén cargadas con regalos. 
Todos recordamos esos regalos amorosos que vinieron de las manos de las personas que eran o son especiales para nosotros, cuando los abrimos sabemos, intuimos que vienen cargados con bondad, no importa el tamaño, el valor o el tipo de objeto, simplemente sabemos que quien lo da, lo hace con alegría. Foto: Ray Shrewsberry en Pixabay.

¿Qué harías si pudieras saber lo que la otra persona realmente pensó cuando compró o escogió tu regalo? Estoy segura que a veces has comprado algo de mala gana y lo has regalado, emitiendo inconsciente o conscientemente esa energía, aunque entregues el regalo con una sonrisa ¿Te gustaría que hicieran eso contigo? 

Es importante que te lo respondas, porque todo lo que das, repito, tiene energía. Los regalos más bonitos que he recibido los he sentido al instante en que me los han entregado, he sentido cómo están llenos de amor, poseen cualidades afines a mi ser, están cargados de preciosas coincidencias y las personas que me los han entregado me han observado, incluso si no me conocen de años, se han tomado el trabajo de analizarme, de intuir qué me gustaría, qué voy a disfrutar, no han sido necesariamente objetos o experiencias costosas o trascendentales, ha sido energía preciosa que me han regalado y mi alma ha podido sentir con toda potencia esa intención. 

También puedo saber, al menos en mi caso cuando me han dado regalos cargados de baja vibración, aunque en apariencia tengan otra intención o las personas asuman que son cosas que uso. 
Todo lo que das tiene energía ¿Qué le regalas a los demás? 
Foto: Gerd Altmann en Pixabay.

Regala solo aquello que tu corazón sabe que conectará con esa persona, regala amor y si no sientes cariño por la persona a la que se lo vas a dar, mejor no le des nada, le estarás regalando algo más importante, paz y respeto por su ser. 

Haz con otros, lo que te gustaría que hicieran contigo, sé justo o justa y reconoce en ti, lo que otros quieren para si mismos, no des regalos por regalar. 

Da con amor.

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