Un viaje a los recuerdos de Roma

La última película del mexicano Alfonso Cuarón, es un retrato a blanco y negro, simple, pero bien contado de la cotidianidad latinoamericana. Roma, trata sobre la vida de una familia de clase media alta mexicana que vive en la Colonia Roma, en la cual trabaja como chica del servicio Cleo, una joven de origen indígena, cuya vida transcurre en medio de las vivencias de este hogar.

En mi concepto los personajes de la película están tan bien descritos, que empatizas con cada una de sus situaciones, la actuación de la madre cabeza de hogar enfrentando la vida, la crianza de sus hijos, el trabajo, los amigos y las situaciones familiares en medio del dolor y la incertidumbre, se cruza con la mirada de Cleo, una mujer a la que no le hacen falta muchos diálogos en la película, para proyectar una gran fuerza en la pantalla.

Roma es el reflejo de los contrastes de la sociedad latinoamericana, del México del 70, del abandono paterno, de los amores y desamores, y de los días normales que con la visión de un buen escritor y director de cine se convierten en obras para reflexionar sobre la vida.

La actuación de Yalitza me encantó, es admirable ver a esta mujer actuar por primera vez y llevar con solvencia el hilo de la trama, me ha impactado un tanto más el coraje con el que ha tenido que enfrentar las burlas, el racismo y las críticas, no precisamente por su actuación, que paradoja.

Y aunque suene a cliché, sí es una ganancia enorme que su apariencia rompa las categorías estéticas de las representaciones audiovisuales, aunque el papel siga siendo el de una empleada doméstica, porque Roma nos lleva a reflexionar precisamente sobre esto, una realidad que hoy sigue siendo la protagonista de muchos hogares latinoamericanos y probablemente del mundo.

Me gustan las películas de Cuarón y he seguido su trabajo, más por casualidad que por intención, la historia detrás de la película me cautivó, la vida de Liboria, su nana y los lazos afectivos que los unen, le da esa cuota emocional que vale la pena explorar, dentro y fuera de la pantalla.

Al terminar la película, no pude evitar entrelazar la vida de Cleo con la de Lesbia, una muchacha que estuvo por algo más de un año trabajando en mi casa, pero que dejó recuerdos en mi que aun hoy consiento en la memoria, en otra nota les cuento un poco de esta gran mujer.

Gracias a Cuarón por abrirnos el mundo a la diversidad, y a ese relato de la vida cotidiana que nos devuelve a épocas y momentos en los que amas los recuerdos y al mismo tiempo cuestionas tus actos. Para finalizar, estoy absolutamente de acuerdo con sus dos Globos de Oro, muy merecido, que vengan los Oscars.


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Nota: puedes ver Roma en Netflix

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