DE TÍTULOS Y DOCTORITIS

Hace varios días, más exactamente en mi pasada clase de maestría la docente que dirigía el módulo dijo algo que aunque sencillo me inspiró a escribir este artículo “Cuando te titulas doctor, te das cuenta que no sabes más que los demás, sencillamente aprendiste a comprender el método científico”.
Y es cierto, en ese momento vinieron a mi cabeza todos aquellos momentos en los que repetidamente tuve que decir Dr.  a cuanto ciudadano común que ni siquiera cumple con los requisitos académicos me tropecé, peor aún a aquellos que ni teniendo los grados mínimos se sienten en todo el derecho de exigir el título, y como si esto no bastara el reclamo a todo pulmón de su noble “estatus” .
Soy defensora de los derechos humanos, me considero por momentos socialista y no puedo dejar de mencionar que todas las acciones a favor del pueblo y las luchas sociales me apasionan,  no soy para nada resentida social, he tenido de la sociedad, mis vecinos, mi familia, amigos y demás lo mejor que he podido, siempre pienso que lo que recibes es el fruto de lo que das, pero se me hace inevitable alzar mi voz crítica a este tipo de cosas absurdas que ocurren frecuentemente en los pasillos, calles y  oficinas de muchos lugares, un verdadero doctor sabe que sus conocimientos son sólo una gota en el océano, que el tiempo y la dedicación le darán los mejores frutos a los que puede aspirar un ser humano, la humildad.
Bien nos enseñaron grandes pensadores que nada tiene que ver el intelecto con nuestras capacidades para hacer un cambio real en la sociedad, si nuestra influencia esta medida en términos de nuestro ego y cuánto sabemos, o creemos saber se hace corta la meta, predecible, ignorante.
Aquí un par de mensajes de grandes pensadores que reflejan sabiamente lo que digo:
Un gramo de bondad vale más que una tonelada de intelecto
Alejando jorowosky

Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido.  Albert Einstein

La mayoría de la gente dice que es el intelecto lo que hace a un gran científico. Se equivocan: es el carácter.

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